Los gastos deducibles de los autónomos son todos aquellos costes que, como trabajador por cuenta propia, puedes desgravarte a nivel fiscal siempre que estén relacionados con tu actividad. Esta deducción puede aplicarse principalmente a dos tipos de impuestos como son el IVA y el IRPF.
Los principales gastos deducibles
A la hora de considerar que un gasto pueda ser fiscalmente deducible, deberás cumplir con algunos criterios. Debe estar relacionado con tu actividad profesional o económica, debe contar con una factura que justifique este gasto a tu nombre y, además, deberás haberlo registrado en tu libro de gastos e inversiones.
Pese a cumplir con estos tres requisitos, la Agencia Tributaria suele ser muy estricta a la hora de aceptar un gasto como deducible. Por esta razón, deberás ser capaz de demostrar de la mejor manera que lo puedes deducir cumpliendo con la legislación vigente.
Qué puedes desgravarte en el IRPF y la Declaración de la Renta
A nivel de Declaración de la Renta e IRPF podrás incluir las siguientes partidas como deducibles:
- Consumos de explotación como materias primas, materiales de la oficina, embalajes o envases que puedas usar en el proceso de producción de los bienes que vas a comercializar.
- Los sueldos y salarios que pagues a tus empleados junto con la Seguridad Social que esté a cargo de la empresa, incluyendo tu cuota de autónomo, que también puede desgravarse.
- Todos los gastos relacionados con tu personal a cargo, como puede ser la formación, seguros laborales o arrendamientos de instalaciones y locales.
- Cualquier tipo de profesional ajeno a tu empresa que puedas contratar para cualquier tipo de servicio también puede ser un gasto deducible.
- Las amortizaciones, los gastos financieros salvo que sean de capital propio, así como cualquier tipo de pérdida por deudores insolventes.
Gastos deducibles relacionados con el IVA
Pese a que popularmente se crea que cualquier compra que hagas es desgravable a nivel de IVA, debes tener claro lo que te puedes deducir y lo que no. Los gastos deducibles son los siguientes:
- La compra de cualquier producto que sea considerado consumo de explotación.
- Todos los sueldos y salarios de los empleados que emitan una factura a la empresa.
- Los arrendamientos y todos los cánones relacionados con los locales y oficinas.
- Todas las facturas de profesionales independientes que puedas contratar para tu empresa.
- De algunos impuestos como la recogida de residuos también puedes deducirte la parte correspondiente al IVA.
- Los gastos financieros, así como los bienes de inversión.
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Otras partidas que puedes incluir como deducibles
Además, como autónomo, hay otras partidas que también puedes declarar como gasto deducible. En algunas ocasiones, puedes usar tu vivienda como lugar de trabajo. En ese caso, tienes derecho a utilizar tus facturas de la luz, el agua, el Internet o el teléfono para desgravarlas. Puedes hacerlo hasta un 30 % en el IRPF. Sin embargo, no debe ser sobre el gasto total, sino sobre aquel que sea proporcional al correspondiente al espacio de trabajo.
Por ejemplo, si utilizas un 10 % del gasto a tu actividad económica, deberá ser un 30 % sobre ese 10 %. Además, en 2017 entró en vigor la nueva ley de los autónomos en la que se permitía declarar las dietas como gasto deducible. En este caso, el importe máximo está en los 26,67 euros, y hasta 48,08 si se está en el extranjero.
Adicionalmente, la Agencia Tributaria también permite deducir en el IRPF el pago de las primas de seguro médico propio y de todos los hijos que sean menores de 25 años. El límite permitido, sin embargo, ha ido variando entre los 500 y los 1500 euros anuales.
Como conclusión, es importante que tengas claros los gastos que te puedas deducir como autónomo para que puedas sacar partido en el IVA y el IRPF, una manera sencilla de hacerlo es por medio de una app para autónomos, no dudes en empezar y evitar confusiones.